
Hace 10 años yo solo era una niña de 5 años, tenía una familia y era muy feliz. Lo único malo era que mi madre estaba muy enferma de los riñones. Mi padre era alcohólico y le pegaba a mi madre, y estando enferma y mamá nos sacaba al patio para no ver cuando él la pegaba.
Cuando cumplí los 6 años mi madre murió, fue muy triste porque era lo que más quería. Quedamos mis hermanos y yo huerfanos, luego por no ser hermanos de papá mi abuela se llevó a mis dos hermanos, al mayor lo llevaron donde su papá, y a la otra donde la tía. Yo no tenía a nadie y quedé con mi papá, dormía sola porque él trabajaba a veces de noche, y cuando llegaba, llegaba bolo, bien bolo (muy borracho), y solo llegaba a pegarme, con decir que ni a la escuela iba.
Cuando tenía los 7 años no tenía mi partida de nacimiento y yo pasaba sola recordando el día en que mi madre murió.
Mi papá repetía lo mismo todos los días, llegaba y me pegaba, me dejaba golpeada y solo pasaba abofeteándome e insultándome.
A los 8 años apareció mi hermana, y ella cuando me miraba lloraba al verme, yo sola en la calle pasaba buscando algunas cosas para comer. Tenía mis amigos, ellos me ayudaban y me daban agua para bañarme. Mi hermano no tenía nada de orientación, se acompañó y ya nadie se acordaba de mi. De repente a pareció mi hermano mayor y se creía el dueño de la casa, me pegaba y me decía que si yo le decía a mi papá él me iba a pegar más duro, yo le tenía mucho miedo y al final comenzó a tomar drogas, se ponía loco y vendía todas las cosas de la casa. Al pasar los meses se fue rumbo a EEUU y quedé sola.
Una vez una señora vecina fue a un tutelar de menores y me querían encerrar, pero yo no quería ni mi papá, al final me fui con mi hermana.
Cuando cumpli los 9 años me metieron a la casa albergue, estoy aquí desde los 9 años y estoy mejor porque ya nadie me maltrata. Ahora tengo 15 años y me siento bien de mi misma, tengo muchas ganas de seguir adelante y sacar adelante a mi familia y ayudar a mi abuela.
Anónimo (15 años – El Salvador)
Cuando cumplí los 6 años mi madre murió, fue muy triste porque era lo que más quería. Quedamos mis hermanos y yo huerfanos, luego por no ser hermanos de papá mi abuela se llevó a mis dos hermanos, al mayor lo llevaron donde su papá, y a la otra donde la tía. Yo no tenía a nadie y quedé con mi papá, dormía sola porque él trabajaba a veces de noche, y cuando llegaba, llegaba bolo, bien bolo (muy borracho), y solo llegaba a pegarme, con decir que ni a la escuela iba.
Cuando tenía los 7 años no tenía mi partida de nacimiento y yo pasaba sola recordando el día en que mi madre murió.
Mi papá repetía lo mismo todos los días, llegaba y me pegaba, me dejaba golpeada y solo pasaba abofeteándome e insultándome.
A los 8 años apareció mi hermana, y ella cuando me miraba lloraba al verme, yo sola en la calle pasaba buscando algunas cosas para comer. Tenía mis amigos, ellos me ayudaban y me daban agua para bañarme. Mi hermano no tenía nada de orientación, se acompañó y ya nadie se acordaba de mi. De repente a pareció mi hermano mayor y se creía el dueño de la casa, me pegaba y me decía que si yo le decía a mi papá él me iba a pegar más duro, yo le tenía mucho miedo y al final comenzó a tomar drogas, se ponía loco y vendía todas las cosas de la casa. Al pasar los meses se fue rumbo a EEUU y quedé sola.
Una vez una señora vecina fue a un tutelar de menores y me querían encerrar, pero yo no quería ni mi papá, al final me fui con mi hermana.
Cuando cumpli los 9 años me metieron a la casa albergue, estoy aquí desde los 9 años y estoy mejor porque ya nadie me maltrata. Ahora tengo 15 años y me siento bien de mi misma, tengo muchas ganas de seguir adelante y sacar adelante a mi familia y ayudar a mi abuela.
Anónimo (15 años – El Salvador)
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