
Un día de enero nos dirigíamos una amiga, su novio, mi novia y yo a pasar un ratillo en plan tranquilo a un parque de Madrid. Nosotros vestíamos con nuestra estética antifascista y nos atacaron un grupo de unos diez fascistas, yo recibí varios insultos y golpes por defenderme. Me dejaron la cara nueva (moratones, rajas, un ojo se me lleno de sangre por un derrame). A estos fascistas no les valió el patearme, le quitaron unas chapas a mi amigo y a mí me quitaron una chaqueta (su trofeo, para sentirse fuertes de atacar diez a dos tíos y dos chicas).
Esta gente quería que los tuviésemos miedo, pero no lo consiguieron, solo nos dieron razones para reafirmarnos, estar más seguros de lo que pensamos y llevarlo con mas orgullo. Odio el fascismo, porque no dejan vivir en paz y en libertad a la gente, odio el fascismo y el fascismo no solo son los nazis que pegan a inmigrantes, también son los diez que me atacaron, lo son los violadores, los maltratadotes de mujeres, también lo es el que abusa de los débiles, aprovechando su fuerza física, número... Lo es el jefe que explota a los empleados, la policía que pega a obreros, parados, huelguistas, okupas, estudiantes... Solo por revindicar sus derechos.
Por eso soy antifascista porque amo la libertad. Porque odio y aspiro a destruir todo lo que nos oprime y nos quita la libertad que por el simple hecho de nacer merecemos, empezando por este sistema en el que las clases altas esclavizan a la clase trabajadora.
Salud y que esto sirva para crear conciencia.
Alumno anónimo
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