
Quería dar la talla. Antes era su misión. Estudió medicina en Alcalá de Henares. Ahora yace casi inmóvil en la cama de un hospital.
Recuerda, no sin recelo, cada bocado lleno de sentimiento de culpa, cada sonrisa falsa cuando veía un mendrugo de pan, cada escapada al baño que provocaba que al momento se quisiera un poco menos. Y todo por dar la talla.
No se creía lo suficientemente lista, con un buen trabajo y unos grandes amigos. No estaba lo suficientemente delgada (¿cuándo uno deja de estarlo?).
Pero ahora quiere avanzar. Cuando pueda tenerse en pie y soportar el peso del pasado, dará un paso adelante. Porque fue ella la que se dio cuenta de su situación, tras la insistencia de amigos y familiares (esos a los que incluso, con su despotismo hambriento, llegó a rechazar en su día), por lo tanto será ella la que salga de ésta. Va a arrasar, este pensamiento la hace sonreír. Se abre la puerta; la cena de hoy: un poco de sopa y un yogurt.
Sí; ahora, literalmente, se va a comer el mundo.
Recuerda, no sin recelo, cada bocado lleno de sentimiento de culpa, cada sonrisa falsa cuando veía un mendrugo de pan, cada escapada al baño que provocaba que al momento se quisiera un poco menos. Y todo por dar la talla.
No se creía lo suficientemente lista, con un buen trabajo y unos grandes amigos. No estaba lo suficientemente delgada (¿cuándo uno deja de estarlo?).
Pero ahora quiere avanzar. Cuando pueda tenerse en pie y soportar el peso del pasado, dará un paso adelante. Porque fue ella la que se dio cuenta de su situación, tras la insistencia de amigos y familiares (esos a los que incluso, con su despotismo hambriento, llegó a rechazar en su día), por lo tanto será ella la que salga de ésta. Va a arrasar, este pensamiento la hace sonreír. Se abre la puerta; la cena de hoy: un poco de sopa y un yogurt.
Sí; ahora, literalmente, se va a comer el mundo.
Alba Fernández (IES "Rosa Chacel")
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